Pena tras pena...
Como muchas otras cosas, el principal problema de los mexicanos (¿de lo mexicano?) es la vergüenza.
Cuando estuve en la universidad no se permitían las asociaciones estudiantiles. Había medios para presentar propuestas individuales o colectivas ante los distintos niveles de la dirección, pero no estaba "permitido" formar una asociación estudiantil.
Abro paréntesis para preguntame que chingaos impedía formar una asociación o grupo o lo que sea. Aprovecho para preguntarme que carajos significa permitir en tiempos de universidad. Cierro parpentesis sin respuesta.
El argumento de la escuela iba contra la politización - que se sufre - en la Universidad pública (por lo menos la de mi ranchito, en donde desde que recuerdo el rector ha sido un claro suspirante a la gubernatura). Donde los grupos politiqueros de dizque estudiantes se aprovechan de prerrogativas mínimas para, a través del menor esfuerzo posible, adjudicarse el mayor poder, o el mejor puesto, o la mejor parranda del fin de semana, o cosas realmente menos ambiciosas como papelería membretada y ese talante de pendejadas.
Y esos grupos politiqueros, claramente vergonzosos y vergonzantes, se repiten a lo largo, ancho, alto y bajo de nuestras instituciones sociales. Vemos a los que se meten a asuntos políticos como escoria... Como escoria con mejor puesto, mejores privilegios y mejor carro.
Va mi propuesta. Abandonar la vergüenza y decididamente abrazar la política como servicio y como medio. Como aglutinante social. Como organización. Como una decente forma de vida.
Permitir... Exigir a la Universidad y a los Univeritarios que generen el diálogo y las propuestas. Que publiquen, que discutan que provoquen, que tomen las riendas de las acciones para dirigir y mejorar las comunidades y luego los estados y luego el país y luego las comunidades.
Sí, de las Universidades, en lugar de los líderes que hemos tenido por 80 años salidos de cloacas y sindicatos charros y asociaciones de pena.
¿Será posible?
Justo antes de darle "publish" al chisme este, me doy cuenta que no solo nos afecta la vergüenza... mas bien vivimos pendulantes entre la vergüenza y el cinismo. Ya ahondaré...
Pareciera que la finalidad fuera en resumen que quieren estudiantes y luego ciudadanos que no se aglutinen, pero por sobre todas las cosas, que no se les ocurra pensar, y en una de esas hasta pretender deshacerse de tanta escoria.
ResponderBorrarBesos
Y que la totalidad de nosotros le entremos al juego ya desde el lado de la indiferencia ya desde el lado de las asociaciones estudiantiles charras.
ResponderBorrarLa escoria, repito, va 80-0.
Debo confesar que no había leído con detenimiento tu blog. Ahora me busqué el tiempo de chismear en muchos blogs y encuentro que el tuyo es francamente formidable. Me dedicaré a leerte más seguido.
ResponderBorrarEn cuanto a la entrada, yo que estudio en la Universidad de Guadalajara, que aunque no se crea también es un pueblito, conozco bien a esos medio estudiantes y malos políticos que lo único que hacen es darle en la torre a la comunidad universitaria.
Saludos.