Lo que se hace por respeto

Hoy tuve una extraña entrevista/junta. Tengo un supervisor externo que hace la chamba que debería hacer mi supervisor, que no hace por que está ocupado haciendo mil cositas que nada tiene que ver con la función de un líder de gente... Menos de gente creativa. Tuve esta junta, les decía, con Mr. E, que es un supervisor externo en un sentido extraño, contratado de una manera extraña y que tuvo una junta para revisar mi proyecto con más gente (como si eso hiciera mejores las cosas) para discutir tres proyectos que estoy haciendo o liderando. La junta del lunes, en la que no estuve yo, sino mis rayas, desembocó en la junta de hoy en que me vinieron a proponer cambios al proyecto. 

Allí está el meollo y lo raro de la junta de hoy: Por respeto a mí, o a mi trabajo, o a mi proyecto, o tal vez y sólo tal vez a mi ausencia, los cambios dan vueltas pedorras y mediocres, y buscan "arreglar" sin disrumpir en lo realizado. Caminan como el adolescente que se cuela a su casa después del toque de queda. Torpemente. 

Por respeto, se pide que las cosas cambien sin cambiar. Se quiere batir sin revolver demasiado. Por respeto, las cosas se hacen a medias. 

Por respeto se callan cosas en las relaciones. No se necesita respeto, se necesita amor. 

Se puede hablar duro y con amor. Eso. El respeto, qué. 

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